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LOS ULTIMOS TRES DESEOS DE ALEJANDRO MAGNO

LOS ULTIMOS TRES DESEOS DE ALEJANDRO MAGNO

 

Una lecciòn para valorar nuestras vidas.

 

Hace pocos dìas,  recibì por correo electrònico  un mensaje  sobre “Los tres ùltimos deseos de Alejandro Magno”. Aunque no pude comprobar si  lo que allì dice sucediò realmente o no; considero que merece ser publicado, ya que nos muestra  una gran verdad respecto a la forma en la que generalmente concebimos la vida.

 

“Cuenta la leyenda que, encontràndose al borde de la muerte, Alejandro Magno (356-323 a.C.) -Rey de Macedonia, conquistador del Imperio Persa y uno de los lìderes màs importantes del mundo antiguo-, convocò a sus Generales y les comunicò sus tres ùltimos deseos.

1. Que su ataùd fuese transportado por los màs eminentes mèdicos de la època.

2. Que mientras lo llevaran a su tumba, fueran esparcidos por el camino los tesoros que habìa conquistado (plata, oro, piedras preciosas, etc.).

3. Que sus manos estuvieran fuera del ataùd, balanceàndose en el aire y a la vista de todos.

Uno de sus Generales, sorprendido por lo extraño de su petición, le preguntò cuàles eran sus razones.

Y Alejandro le explicò:

1. Quiero que los màs eminentes mèdicos carguen mi ataùd para mostrar que ellos no tienen, ante la muerte, el poder de curar.

2. Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquì conquistados, aquì permanecen.

3. Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que venimos con las manos vacìas  y con las manos vacìas partimos, cuando se nos termina el màs valioso tesoro que es el tiempo.”

  

Todos sabemos que la muerte es parte de la vida. Lo màs importante es tratar de tener una buena calidad de vida y, muchas veces, el dinero puede ser un medio para lograrla. Pero el problema radica cuando el dinero se convierte en el objetivo final de las personas, dejando de lado para ello la salud, la familia y hasta el propio tiempo…

 

Ya que no podemos evitar la muerte, busquemos y tratemos de alcanzar  todo aquello que algùn dìa se irà con nosotros. Al morir nada material nos llevamos, sòlo nos llevaremos el recuerdo de los buenos momentos vividos, y las buenas acciones que supimos realizar.

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2 comentarios

Niki -

Muchas gracias por tu valioso comentario que aprecio y comparto totalmente. Nada mas cierto como dices que “las mayores riquezas se hallan en nuestro espìtitu”. Làstima que muchas personas suelen darse cuenta de ello cuando ya es demasiado tarde; como en alguna medida –segùn surge de la leyenda- le habria sucedido a Alejandro Magno… ¡Saludos!.

Annula -

Interesante artículo para la reflexión. El dinero es una necesidad, como la comida, pero al igual que esta, no es la comida la que nos da la felicidad, simplemente nos hacen una vida más cómoda, eso es todo. Las mayores riquezas se hallan en nuestro espíritu. Los tesoros más preciados que alguien puede adquirir son la tranquilidad de ánimo, la amistad y el amor, y esto es algo que no se vende en ningún mercado... Así lo veo yo... ¡saludetes!