BREVE HISTORIA DE LA FIESTA DE NAVIDAD

 

En esta época del año que se acerca la Navidad, encuentro propicia la ocasión para tratar de explicar muy sintéticamente y de modo sencillo los orígenes de tan importante celebración.

Es difícil precisar cuándo comenzó a celebrarse la Navidad tal cual hoy la conocemos. Lo cierto es que las costumbres, mitos y leyendas que se fueron sumando a lo largo de los siglos provienen de muchos países y lugares diferentes.

Tampoco se conoce el día exacto del nacimiento de Jesús, aunque se sabe que fue durante el reinado de Herodes. A mediados del siglo IV, el Papa Julio I estableció la fecha del 25 de diciembre, día próximo a muchas fiestas del solsticio de invierno que se celebraban en la antiguedad.

La aparición de Papá Noel, también llamado Santa Claus (Estados Unidos), Sinter Klaas (Holanda), Pezel-Nichol (Baviera) o Pere Noel (Francia), así como la tradición del árbol navideño y la representación del pesebre, son costumbres que provienen tanto de la leyenda como de la realidad.

La figura de Papá Noel está inspirada en la vida del obispo de Myra (actual Turquía) conocido hoy como San Nicolás, que fue muy popular por su bondad y generosidad con los más necesitados.

Pero el gordo de barba blanca y vestido con un traje rojo ribeteado de blanco, que conduce por el aire un trineo de ocho renos transportando un saco lleno de juguetes, se lo debemos a las tradiciones holandesas y a los escritores y dibujantes norteamericanos.

En cuanto al árbol navideño, un abeto frondoso y cargado de adornos, se cree que tiene sus orígenes en el paganismo centroeuropeo, que rendía culto a sus dioses en los bosques o en determinados sitios donde se alzaba algún árbol significativo. San Bonifacio, el evangelizador de Alemania, cortaba con su hacha estos árboles y en su lugar plantaba pinos como símbolo del amor perenne de Dios, ataviándolos con manzanas y velas. Con el paso del tiempo, se fueron agregando otros adornos, como las bolas de cristal que se incorporan alrededor de 1750 en Bohemia.

El árbol recuerda al del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y Eva, y de donde proviene el pecado original. En su representación rememora que Jesucristo vino a ser el Mesías para la reconciliación.

La forma triangular, por ser una conífera, simboliza la Santísima Trinidad; los adornos, a los dones que Dios ofrece a los hombres; la estrella, a la de Belén y al ser una especie perenne, se refiere a la vida eterna.

Por otro lado, se atribuye a San Francisco de Asís haber popularizado la costumbre de armar un pesebre. En su viaje a Belén, en el año 1220, quedó asombrado por la manera como se celebraba allí la Navidad. Entonces, cuando regresó a Italia le pidió autorización al Papa Honorio III para representar el nacimiento de Jesús con un pesebre viviente. A partir de ese momento, la tradición se extendió por Europa y luego por el resto del mundo.

Actualmente, Papá Noel, el arbolito y el pesebre son los símbolos universales de la Navidad. Tan universales como la costumbre de desear a todos y en todas partes, buenos augurios y felices fiestas. 

 

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